Debajo de su boina negra
hay un techo inflamable
turbulencias
las bubes rojas de trópico
flamean acaloradas
media asta sobre la Habana Vieja
donde nadie sabe decir
dónde reposan los restos
lo que resta de mí
me deja a merced
de mi proprio mausoleo
jinetera
detenida sobre sus pies
no espero a nadie
e insisto en que alguien
tiene que llegar
un mesías
sobre su boina negra ladeado
el ojo de la tormenta
el manto celestial que arranque
puntas estrelladas
de los anteojos de Trotsky
esquirlas de un héroe que se estampa
entre el pecho e la espalda
una camiseta herida
vale de escudo.
Tamara Kamenszain, O gueto, Moby-Dick, 2003
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