sexta-feira, 21 de maio de 2010

Comprensión

Domingo. Los botones brillan en los trajes
como risas pequeñas. Se fue el autobús.
Unas quantas voces animadas - cosa rara
poder oir y poder contestar -. Bajo los pinos
un obrero aprende a tocar el acordeón. Una mujer
ha dado a alguien los «buenos dias», unos «buenos dias» tan
sencillos e naturales
que quisieras aprender a tocar el acordeón bajo los pinos.

Nada de división o resta. Que pudieras mirar
fuera de ti - calor humano y tranquilidad -. Que no estuvieras
«sólo tú» sino «tú también». Una breve suma,
una pequeña operación de aritmética práctica, fácil de entender
que puede hacerla bien hasta un crío jugando con sus dedos a
plena luz;
o tocando este acordeón para que lo oiga la mujer.

Yannis Ritsos, Paréntesis/Testimonios I, Icaria Poesía, Román Bermejo (trad.), 2005

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